-
Red social
-
Vista foro
-
Imágenes
-
Privados
-
Vista grupos
La postura adoptada, fundamentalmente en el trabajo, pues es allí donde tendemos a mantenerla durante un periodo más prolongado de tiempo, afecta más de lo que podemos imaginar a nuestra salud. Posturas inadecuadas, prolongadas durante horas, llevan inevitablemente a lo que se conoce como "fatiga postural".
¿Qué síntomas presenta la fatiga postural? Se pueden resumir en dolor y molestias: Dolores de cuello y nuca, dolor en las manos, contracturas musculares, hormigueos en las extremidades, pérdida de sensibilidad en los dedos, etc.
Para combatir el problema primero debemos reconocerlo. Puede que esto suene a obviedad, pero realmente no lo es tanto. En el trabajo nuestra atención suele concentrarse en la tarea que estamos realizando, en ocasiones hasta tal punto que podemos pasarnos horas con la vista clavada en una pantalla, casi sin ser conscientes de nuestro entorno, hasta que algo nos saca del trance y nos encontramos de golpe con el dolor fruto de la tensión. No se debe llegar a ese extremo, debemos aprender a detectar los primeros avisos que nos da nuestro cuerpo, las primeras molestias, los primeros rastros de tensión en un músculo, etc. Debemos ser capaces de percibir nuestro cuerpo en medio de la tarea que tengamos en marcha.
Ante cualquier incipiente problema deberemos cambiar nuestra postura, relajarnos, incluso levantarnos y caminar unos pocos pasos, si es que nuestro trabajo es en una oficina. Una pequeña pausa a tiempo puede hacer que nuestro rendimiento no decaiga en las siguientes horas fruto de algún dolor.